Ethan Kern, formerly of Verndale, volunteered in Florida to restore power after Hurricane Irma devastated the state.
Ethan Kern, formerly of Verndale, volunteered in Florida to restore power after Hurricane Irma devastated the state.
Iluminando la vida de las vĆctimas del huracĆ”n
MANDANOS UN MENSAJE
por Peg Kalar, Comunidad y TĆ©cnico del Estado de Minnesota Universidad
Sumideros. AraƱas de plƔtano. caimanes.
Esos no son peligros tĆpicos que enfrentan los trabajadores de lĆneas elĆ©ctricas en Minnesota, pero no son nada fuera de lo comĆŗn para los trabajadores de recuperaciĆ³n de huracanes en Florida.
El graduado de M State y nativo de Verndale, Ethan Kern, respondiĆ³ al llamado de voluntarios en septiembre cuando viajĆ³ a Florida con 13 compatriotas de Minnesota para ayudar a restablecer el suministro elĆ©ctrico tras el paso del huracĆ”n Irma, que causĆ³ daƱos por casi $67 mil millones en varias naciones del Caribe y el sureste de Estados Unidos a principios de mes.
Kern, residente de New York Mills, se graduĆ³ en 2010 del programa de TecnologĆa de Trabajadores de LĆnea ElĆ©ctrica en el campus de Wadena de M State y es un trabajador de lĆnea oficial para la Cooperativa ElĆ©ctrica de la RegiĆ³n del Lago.
Le habĆa dicho a Lake Region que estarĆa dispuesto a viajar a Florida si se necesitaban voluntarios, āy uno o dos dĆas despuĆ©s estĆ”bamos en caminoā. Del grupo de 14 que fueron a Florida, cuatro trabajan para Lake Region y 10 trabajan para otras cooperativas elĆ©ctricas de Minnesota.
āEl viaje fue una verdadera revelaciĆ³nā, dijo Kern, recordando la reuniĆ³n de seguridad inicial con la cooperativa de Florida a la que asistirĆan. āPudimos aprender todo sobre los peligros de trabajar en su territorio de servicio, como sumideros, agujeros de tortugas tuza, algunas plantas, araƱas bananeras, caimanes y serpientes venenosas como mocasines de agua, serpientes de coral, cabezas de cobre y serpientes de cascabel.
āEntonces, siendo de la parte central de Minnesotaā¦ todos estĆ”bamos bastante asustados la primera vez que tuvimos que caminar por la hierba alta. Pero al final de la semana el miedo desapareciĆ³ā.
Kern y sus compaƱeros de lĆnea pasaron alrededor de una semana en Live Oak, en el noroeste de Florida. La mayor parte de la devastaciĆ³n que vieron fue de Ć”rboles arrancados por vientos que superaron las 100 millas por hora, derribando lĆneas elĆ©ctricas y daƱando automĆ³viles y edificios.
āLa mejor parte de todo el viaje fue volver a encender la luz, y la gente que nos agradecĆa junto con los niƱos pequeƱos gritaban cuando se encendĆan las luces y el aire acondicionadoā, dijo Kern. "Podria definitivamente hacer eso de nuevo."
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